Durante el proceso de comprimir el aire se produce calor debido a que el aire que se absorbe se comprime a un volumen menor y en ese momento aumenta su temperatura. Si a todo ello le sumamos que la temperatura ambiente del verano es superior junto con una mayor humedad, se producirá un calor añadido a nuestro compresor que podrá producir paradas inesperadas, pero si el compresor está preparado para ello conseguiremos evitarlas.
DESDE FISALIS TE ACONSEJAMOS:
1. Sustitución de filtros y aceite:
Recomendamos realizar mantenimiento antes del verano en caso de que queden menos de 500 horas para el mismo.
2. Ventilación de la sala:
Mantener limpios los conductos de ventilación y comprobar el correcto funcionamiento de la ventilación forzada (en caso de tenerla).
3. Drenado de condensados:
Revisar funcionamiento de purgas electrónicas y realizar drenado de purgadores manuales según tabla de mantenimiento.
4. Refrigeradores limpios
Limpiar refrigeradores de los equipos (compresor y secador) como mínimo una vez a la semana.
5. Nivel de aceite
Revisar el nivel de aceite una vez a la semana y rellenar en caso necesario.