Debido al propio proceso de compresión y a la humedad del aire que aspira el compresor, se producen una serie de condensados en el depósito que es necesario evacuar.
Además del óxido y deterioro que supone para el depósito, estamos reduciendo el volumen de almacenamiento del mismo, por lo que el compresor dispone de menos capacidad de descanso y recuperación y por lo tanto, resulta perjudicado.
Por todo ello, aconsejamos el purgado diario del depósito, o la instalación de un purgador electrónico temporizado que permite eliminar los condensados de forma automática.
Con el purgado automático garantizamos la ausencia de agua en el depósito, evitando también la formación de partículas que posteriormente viajen junto al aire dañando las herramientas.